Rahm remata una proeza gigantesca en el PGA Tour

Cuatro torneos. Sólo cuatro torneos. Cuatro torneos son los que ha necesitado Jon Rahm para lograr una proeza mayúscula: asegurar la tarjeta del PGA Tour para la temporada 2016/2017.

El joven golfista de Barrika terminó en segunda posición el RBC Canadian Open, torneo que finalizó este domingo en el Glen Abey Golf Club de Ontario. Con este segundo puesto compartido con Dustin Johnson y Martin Laird, Rahm ha asegurado ya el dinero suficiente para acabar la temporada por encima del puesto 125º de la lista de ganancias del PGA Tour y asegurar, por tanto, la tarjeta para el próximo año.

Lo que para la gran mayoría de los jugadores supone un esfuerzo de toda una temporada, Rahm lo ha conseguido en un mes. Empezó siendo tercero en el Quicken Loans, siguió con un puesto 72º en el Barracuda Championship, 59º en el British Open y ahora segundo en el RBC Canadian Open. Un progreso meteórico al alcance sólo de unos elegidos.

Rahm ha conseguido ya, con tres torneos aún por delante, el gran objetivo que se marcó cuando se graduó en Arizona State allá por el mes de mayo y después de jugar el US Open Championship en Oakmont, su último torneo antes de pasarse a profesional. Sabía que el reto era muy complicado, pero también estaba convencido de que tenía todas las armas necesarias para lograrlo. Ha entrenado mucho y ha trabajado muy duro para sacarlo adelante. Rahm ya puede decir que es jugador del PGA Tour.

El golfista vizcaíno formado en Larrabea no sólo acabó segundo y consiguió la tarjeta del PGA Tour, sino que realmente estuvo muy cerca de la victoria. Acabó a sólo un golpe de Jhonattan Vegas y lo hizo jugando de manual de tee a green, fallando muy pocos golpes y dejándose un buen número de opciones de birdie por el camino. Ya estuvo cerca en el Quicken Loans y esta semana ha estado incluso un pasito más próximo al trofeo.

Su final de torneo ha sido prodigioso, con un globo en el hoyo 16 que casi mete para eagle, un magnífico putt para birdie desde fuera de green que no entró por muy poco en el 17 y un tirazo sensacional en el 18 para dejarse un putt de eagle de tres metros que tampoco quiso entrar. Lo dicho, por el mismo precio podría haberse llevado la victoria además de la tarjeta del PGA Tour.


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